miércoles, 9 de febrero de 2011

Betelgeuse o el segundo Sol de la Tierra

Antes de nada, una breve introducción.
Las estrellas atraviesan distintas fases a lo largo de su vida, periodos muy largos a nuestros ojos (de varios millones de años), aunque no tan largos en términos astronómicos. Estas fases dependen, entre otros factores, de la masa de la estrella. Esta masa está comprendida entre 0.08 y 200 veces la masa del Sol. Por debajo de 0.08M (M = masa solar) hablaríamos de una enana marrón, mientras que no se conoce ninguna estrella por encima de 200M, debido a lo que se conoce como "límite de Eddington".
La primera fase de la vida de una estrella es la "protoestrella": en el seno de una nebulosa, la materia (principalmente hidrógeno, el elemento más ligero del universo) se agrupa por acción de la gravedad, comprimiéndose en torno a un núcleo y, por tanto, aumentando su temperatura. Cuando se alcanza una temperatura crítica, se inicia la fusión nuclear del hidrógeno (la estrella se "enciende"), formándose helio y desprendiéndose una enorme cantidad de energía. Esta sería la segunda y más larga fase de la vida de una estrella. Durante esta etapa, la fuerza gravitatoria tiende a comprimir la estrella y una fuerza resultante de la fusión nuclear equilibra la balanza, permaneciendo la estrella en equilibrio.
Cuando se agota el hidrógeno es cuando entra en juego la masa de la estrella. Las estrellas se convierten en gigantes rojas, tanto mayores cuanto mayor sea su masa. Y este es el caso de Betelgeuse, una supergigante roja, que es la que nos ocupa en esta entrada. (Algún día profundizaremos en las etapas de vida finales de una estrella, la formación de cuásares y agujeros negros, ...)

 Betelgeuse, gigante roja del brazo de Orión

Betelgeuse es una supergigante roja perteneciente a nuestra galaxia, localizada en el brazo de Orión (recordemos que la Vía Láctea es una galaxia espiral). También conocida como α Orionis o HIP 27989, tiene una temperatura superficial de unos 3000 grados Kelvin, y fue descubierta por sir John Herschel en 1836. Es una de las estrellas más brillantes de Orión, y la más brillante si nos centramos en el espectro rojo-infrarrojo. Su tamaño es tal que, si la colocásemos en la posición del Sol, su radio alcanzaría hasta Júpiter.
Las supergigantes rojas se caracterizan por fusionar elementos pesados en su núcleo. Una vez han consumido el helio resultante de su primera etapa de vida, que fusionan para formar carbono, siguen avanzando por la tabla periódica para llegar al hierro, Fe. La fusión nuclear que da lugar al hierro, a diferencia de las demás, es endotérmica, esto es, necesita más energía para producirse de la que se desprende. Por tanto, en el núcleo de la estrella se acumula hierro, que solidifica a causa de la fuerza gravitatoria. Cuando la energía resultante de la fusión nuclear no puede mantener a la estrella, las capas gaseosas externas colapsan debido a la atracción gravitatoria del núcleo de hierro, chocando violentamente contra éste, y produciéndose una explosión violentísima, en la que se generan los elementos de masa atómica superior a la del Fe. Esto es lo que se llama una supernova, y se trata del proceso más energético del universo.

Supernova


Recientemente, astrónomos de reconocida fama han afirmado que la estrella Betelgeuse está a punto de colapsar. A punto en términos astronómicos, lo que significa que en el próximo millón de años podría producirse la supernova (que tardaríamos 640 años en ver, lo que tardaría la luz en llegar hasta la Tierra). Gracias a esto, y durante algunas semanas, la Tierra tendrá dos soles, y la noche será indistinguible del día durante todo ese tiempo. No es la primera vez que esto ocurre, ya que, en el año 185 de nuestra era, astrónomos chinos observaron una supernova a 8200 años luz de la Tierra, supernova que también fue avistada por los astrónomos romanos, y que fue verificada por astrónomos modernos al localizarse los restos de la estrella.

 La supernova es el proceso más energético del Universo

De ser cierto, sería un acontecimiento extraordinario, que difícilmente podría presenciar la Tierra en otra ocasión.

Fuentes:
www.ojocientifico.com
es.wikipedia.org

Manu Gutiérrez

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